¿Que ha hecho la presidenta con las necesidades de las trabajadoras, mujeres pobres y estudiantes?
Este 21 de mayo al igual que otros, nos encuentra ante una cuenta pública del gobierno de turno, en que salen a relucir grandilocuentemente los “avances” y reformas hechas para que no podamos quejarnos y estemos satisfechos por algo. Pero no es un año como otros, porque estamos en meses de elecciones y éste es el último año de Bachelet, en que contradictoriamente con la crisis hemos sido más atacadas las mujeres trabajadoras, pobres y estudiantes, mientras Bachelet se sabe bien posicionada con un alto apoyo en las encuestas a su gobierno.
Pero ¿por qué surge esta contradicción? ¿Es que realmente la crisis ha sido enfrentada por la presidenta defendiendo nuestros derechos, nuestros puestos de trabajo y nuestra calidad de vida? Claramente no y la contradicción se explica porque la crisis ha golpeado fuertemente, asustando a las familias trabajadoras y pobres, abriéndose importantes confianzas momentáneas en un manejo de la crisis por el gobierno. Porque no podemos decir que no hay despidos o que la crisis no ha sido profunda con 1 millón 200 mil despidos a la fecha, cesantes de los que las mujeres también formamos parte, además de que junto a nuestros compañeros, hemos tenido que ingeniárnoslas para subsistir estos duros meses rasguñando con los subsidios y precarios trabajos.
Mientras la presidenta tiene un alto apoyo del que hace gala en los medios de comunicación, las cosas no han cambiado mucho para las mujeres trabajadoras estos últimos años con leyes como la del posnatal que no nos beneficia cuando no contempla el goce completo del sueldo y no tenemos salas cuna ni jardines infantiles, con la deuda de las Buenas Prácticas Laborales que sólo beneficia a los empresarios para que se nos contrate a toda costa con peores condiciones, más allá de una que otra medida social precaria, pues seguimos ganando menos sueldo y no se nos respetan nuestros derechos como madres trabajadoras, etc.
Han retrocedido nuestros derechos, pues lamentamos recordar que desde hace ya un año y unos días, ya no tenemos a nuestra disposición la píldora del día después en los consultorios para evitar embarazos, mientras en las farmacias se dispararon los precios de los anticonceptivos y en cada comuna decide el alcalde de turno según sus convicciones morales y religiosas si podemos o no adquirir la píldora del día después. Este gran ataque a todas las mujeres, sobretodo a las trabajadoras, pobres y jóvenes que acudimos a los consultorios, fue dejado pasar por Bachelet, aunque el pasado 21 de mayo prometiese que no sería así, en los hechos dio toda la cobertura a la derecha y la iglesia de pasar sobre nosotras y permitir el reinado del aborto clandestino que cobra vidas de mujeres, como deja secuelas y cárcel, como si fuéramos delincuentes por vivir en la miseria.
La tan celebrada llegada de la mujer al poder, encarnada por la presidenta Bachelet muestra su rostro más descarnado en las mujeres que quedan sin casa por el remate de sus casas o las que están tratando de subsistir con los bonos otorgados, o por el ingenio mismo de tener que buscar mil formas para paliar la crisis. Y vemos que ser mujer no era garantía de nada, porque cuánto más podrá durar un bono de 40 u 80 mil pesos si no hay trabajo? ¿Cuán efectiva puede ser la política del gobierno junto a la CPC (Confederación del Comercio y la Producción, organización empresarial) y la dirección de la CUT para paliar la crisis sin parten de la base de aceptar los miles de despidos efectuados por los empresarios?
Ante esta realidad, el nulo avance y más bien empeoramiento de nuestras condiciones de vida, es que es necesario cuestionarse lo que algunos grupos de mujeres dijeron en torno a la figura de Bachelet o la mujer en el poder y decimos que si bien todas sufrimos discriminación, las que vivimos realmente los golpes de esta realidad somos las que a diferencia de las mujeres poderosas y de los partidos patronales, no tenemos más democracia para ricos que votar cada cuatro años, por candidatos que juegan con nuestras necesidades, cuando la Concertación, sus políticas y políticos, sólo han mantenido las bases de la herencia de la dictadura, que sostiene un Chile neoliberal, conservador, que mantiene la privatización y negocio de las AFP, de la educación, de la salud, que no contempla ni respeta derechos a las minorías sexuales, criminaliza a los mapuche, etc.
Desde Pan y Rosas creemos que para estas elecciones ninguna variante de los partidos patronales representa nuestros derechos, ni Enriquez- Ominami aunque hable de derechos democráticos como el aborto terapéutico, cuando él, también ha permitido que la derecha dirija el parlamento y que ahora llama a privatizar parte de las empresas públicas, ni Frei que es sólo una cara añeja de una Concertación en crisis, un proyecto desgastado de más ataques neoliberales aunque hable de estatismo patronal y para qué hablar de Piñera, que levanta el estandarte del neoliberalismo y con su doble discurso habla de las desigualdades siendo un importante empresario que ha hecho su ganancia a costa nuestra como demuestra con las acciones que tenía en la farmacia FASA. Arrate, candidato de la izquierda organizada en el JPM, no es tampoco una alternativa, porque el JPM votará a la Concertación en las parlamentarias y en segunda vuelta a Frei. A la misma Concertación que durante casi dos décadas ha sostenido a la derecha.
Por eso hacemos un llamado a levantar un movimiento de mujeres anticapitalista, clasista y revolucionario para defender nuestros derechos y demandas de forma independiente de los partidos patronales, el Estado, la Iglesia, el parlamento, teniendo como aliados a los trabajadores, el movimiento estudiantil y el pueblo pobre, con las mujeres trabajadoras a la cabeza de esta lucha. Todo en el camino de impulsar de fondo el fin de las cadenas que nos oprimen y explotan para sentar las bases de un mundo distinto en que podamos liberarnos para lo cual luchamos por la revolución socialista como perspectiva sin dejar de lado nuestros problemas de hoy. Te invitamos a discutir y ser parte de Pan y Rosas, conócenos.
Pan y Rosas Teresa Flores
Agrupación de mujeres integrada por militantes de Clase contra Clase e independientes
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