¿POR QUÉ NACE NUESTRA AGRUPACIÓN PAN Y ROSAS - TERESA FLORES?
DESDE HOY HASTA NUESTRA LIBERACIÓN
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Dada la situación actual de las mujeres, en que se nos ha negado la "píldora del día después", se nos discrimina en todos los ámbitos de la vida, el trabajo, se nos paga un 30% menos que a los hombres, somos discriminadas y abusadas en colegios, sufrimos violencia y hasta el femicidio que queda impune; se nos obliga a asumir una moral que nos condena desde la Iglesia, que nos trata de satánicas por ser lesbianas, por abortar, por intentar vivir y decidir como queramos, pero otros deciden por nuestros cuerpos y destinos.
Por esto y mucho más, porque con la crisis económica mundial queda cada vez más claro para quienes gobiernan los Estados de la democracia para ricos en todo el mun
do, con la guerra entre Israel y el Líbano que deja como únicas y verdaderas víctimas a los trabajadores y el pueblo pobre, y sobre todo a las mujeres, miles de niños y jóvenes sin futuro. Y somos las mujeres trabajadoras las que más sufrimos con la carga que los empresarios desatan sobre los hombros de la clase trabajadora con las crisis económicas y sus consecuencias no naturales, como la cesantía, los sueldos de hambre, el trabajo precario, y la miseria en las poblaciones. frente a lo que decimos que la crisis la paguen los empresarios.
Por eso presentamos este programa para empezar a luchar por nuestros derechos e intereses, que debemos empezar a defender por nuestras propias fuerz
as sin confiar en los partidos patronales, la Iglesia, el Estado ni ninguna institución de la democracia para ricos y por tanto, tampoco en las otras, como Bachelet que defiende a los empresarios y no a nosotras las mujeres trabajadoras y las que sufrimos la miseria. Por eso levantamos una agrupación de mujeres anticapitalista, clasista y revolucionaria, independiente del Estado de la democracia de los ricos, de los partidos patronales y la iglesia. Pan y Rosas - Teresa Flores se plantea una lucha por nuestros derechos y nuestra liberación, y por la revolución socialista liderada por las mujeres y hombres de la clase trabajadora en alianza con todos los oprimidos y oprimidas para terminar con toda opresión
y explotación y sentar las bases de nuestra emancipación efectiva.
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Programa de nuestra agrupación
"Pan y Rosas - Teresa Flores"
Trabajadoras chilenas movilizadas en los 70´
¿Qué estrategia planteamos para nuestra liberación?
La opresión del patriarcado, las relaciones sociales establecidas milenariamente basadas en la opresión de las mujeres por los hombres, surge al inicio de la sociedad de clases, la cual se basa en la explotación económica y social de un grupo mayoritario por otro minoritario. Este grupo dominante minoritario, extrae el producto del trabajo del primero y conserva la propiedad privada de los medios de producción manejando la sociedad de conjunto. Bajo el sistema económico y social capitalista, la sociedad se divide en la clase burguesa explotadora y la clase obrera explotada.
La opresión de las mujeres, que ha existido en todos los estadios de la sociedad de clases, bajo distintas formas de sometimiento de nuestro sexo, en el capitalismo adquiere formas nuevas, donde se legitima y reproduce para beneficio de los capitalistas. La doble jornada laboral de las mujeres trabajadoras que reciben un salario miserable en las empresas y luego llegan a realizar el trabajo doméstico a sus hogares alargando su jornada, es una muestra de ello, mientras otras mujeres son empresarias y explotan a otras mujeres trabajadoras para deshacerse del trabajo doméstico. Así, los intereses entre las mujeres capitalistas son contrapuestos con los de las mujeres trabajadoras.
Para terminar con el salario miserable que recibimos las mujeres trabajadoras, las consecuencias de los abortos clandestinos que nos afectan junto a las mujeres pobres, la prostitución, la discriminación y la violencia, las dobles jornadas y el trabajo doméstico, y la miseria que viven a diario las mujeres de los sectores populares; es necesario empezar a luchar por nuestros derechos en el camino de terminar con nuestra opresión como mujeres y con la explotación como trabajadoras de raíz, que el capitalismo legitima y reproduce.
Aunque todas las mujeres seamos oprimidas, somos las trabajadoras y las mujeres pobres las que vivimos las peores situaciones bajo el capitalismo. Por esto, nuestra perspectiva de liberación y de lucha debe ser anticapitalista, clasista y revolucionaria. Las mujeres no podemos liberarnos hasta terminar con el capitalismo que reproduce la opresión y mantiene la explotación a los trabajadores y trabajadoras. Entonces es necesario luchar de forma independiente del gobierno, la Iglesia, los partidos patronales y el Estado capitalista que se viste de democracia, que garantizan nuestra situación. Sólo con la revolución socialista encabezada por los trabajadores y trabajadoras en alianza con los oprimidos y oprimidas, los mapuche, el movimiento estudiantil y el pueblo pobre, para socializar los medios de producción y acabar con el capitalismo, podemos garantizar las bases de una sociedad socialista, para comenzar nuestra liberación como mujeres. Sin embargo, comenzamos desde hoy a luchar por nuestra liberación, al mismo tiempo que luchamos por avanzar en nuestros intereses y demandas para allanar este camino enfrentando la sociedad capitalista y las aristas de su opresión sobre las mujeres.
El capitalismo y su seguidilla de crisis, guerras y desastres sociales sostenidos por los capitalistas, asesta los golpes más duros sobre los trabajadores y sobretodo sobre las mujeres trabajadoras, saliendo a exposición toda su miseria e irracionalidad, de un sistema que no tiene nada de eterno, perfecto ni natural y permitiendo más abiertamente el cuestionamiento de nuestra situación.
Es por esto que desde clase contra clase, desde donde siempre hemos dedicado fuerzas para tratar el problema de la opresión de las mujeres, ahora queremos dar paso a la formación de una agrupación de mujeres que formada por militantes de nuestra organización con mujeres trabajadoras y estudiantes independientes se plantee luchar por los derechos y la liberación de las mujeres trabajadoras, junto a las mujeres de sectores populares, jóvenes y estudiantes para enfrentar nuestra situación.
Clase contra Clase te invita a hacerte parte de "Pan y Rosas - Teresa Flores".*
Nuestro programa político se basa en la realidad de los principales problemas que las mujeres trabajadoras enfrentamos y la desigualdad que recae sobre las mujeres de los sectores populares, jóvenes y niñas.
Trabajadoras paro sector público, Noviembre, 2008
Por eso nuestro plan de lucha actual comienza por:
a) Anticonceptivos libres, gratuitos y de calidad para todas las mujeres que los requieran. Educación sexual en los colegios públicos y en los centros de salud pública para todas y todos, sin la moral de la iglesia machista y conservadora. El derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito para toda mujer que lo requiera. Todo esto garantizado por el Estado.
Ocurren en nuestros país cerca de 160.000 a 200.000 abortos clandestinos al año, la mayoría de los cuales son insalubres y en condiciones precarias, que dejan con secuelas graves a las mujeres trabajadoras y de los sectores populares, mientras las ricas se los hacen en clínicas privadas de forma segura. La ley contra el aborto es una de las más restrictivas del mundo, pues no permite ningún tipo de aborto, ni siquiera cuando el embarazo es producto de violación. El derecho a la píldora del día después tampoco existe de manera libre y gratuita, tras el fallo del Tribunal Constitucional, liderado por la derecha, la Iglesia y el consentimiento final de la Concertación. La ilegalidad del aborto no termina con el aborto, luchemos por esto derechos para decidir nosotras por nuestros cuerpos.
b) Los derechos de las mujeres trabajadoras, a obtener igual salario por el mismo trabajo, no más trabajo inestable y no más subcontratación. Por un salario igual a la canasta familiar de 350.000 pesos. Derechos para las madres trabajadoras: por derecho de posnatal, salas cuna y jardines infantiles gratuitos, garantizados por la patronal y el Estado. Derecho a sindicalizarnos y ocupar cargos sindicales.
Las mujeres trabajadoras somos el 40% de la fuerza laboral en Chile. Cobramos de sueldo entre un 30% y un 40% menor que el de los hombres por el mismo trabajo. Además nos contratan en los trabajos más precarios, subcontratadas, percibiendo bajos sueldos, nulos derechos como trabajadoras y nula estabilidad laboral. Cuando quedamos embarazadas, muchas veces somos despedidas, y cuando trabajamos en condiciones aberrantes perdemos nuestros embarazos espontáneamente. No tenemos derecho a posnatal y no hay donde dejar a los hijos en las empresas mientras trabajamos, además los costos de los jardines infantiles no los podemos pagar. El derecho a sindicalizarse y derecho a huelga para la clase trabajadora es restringido en este país por la impunidad de los patrones, que tienen un Estado capitalista a su servicio que se los permite por ley. Pero para las mujeres trabajadoras es aun más difícil, por las precarias condiciones y el machismo que nos obliga a preocuparnos de los hijos, a ocuparnos de otras tareas privadas de la familia restringiéndonos socialmente de participar y defender nuestros derechos. Luchemos por nuestros derechos como trabajadoras.
c) No más violencia contra las mujeres. Enfrentemos el abuso, la discriminación y el maltrato. Por el derecho a la educación e igualdad de oportunidades de trabajo para las mujeres. No más expulsiones en los colegios por embarazo. Basta de discriminación por género, sexo y etnia. Hogares transitorios para las mujeres víctimas de violencia y sus hijos e hijas, garantizados económicamente por el Estado y bajo control de las propias víctimas de violencia, organizaciones de mujeres y trabajadoras, con gabinetes de profesionales y especialistas, sin presencia policial ni judicial. En nuestros lugares de trabajo y en los sindicatos, creación de comisiones de mujeres, independientes de las patronales, que se ocupen de los casos de acoso sexual o laboral y discriminación hacia las trabajadoras. Subsidios transitorios garantizados por el Estado para desocupadas acordes a la canasta familiar y licencias pagas para las trabajadoras víctimas de violencia con atención en salud garantizado por la patronal. Tipificación del asesinato de mujeres como Femicidio y las más altas penas para los femicidas, abusadores y violadores, todos potenciales femicidas también. Ninguna confianza en la justicia patronal, que las víctimas de maltrato junto a las organizaciones sindicales, feministas, de izquierda y minorías sexuales, determinen y hagan cumplir las penas.
Las mujeres tenemos que luchar contra todas las formas de violencia sobre nosotras: decisiones que toman por nosotras, la desigualdad, la discriminación, el sometimiento social a los hombres, el abuso, el maltrato, el femicidio; que la ley y la cultura reproducen y el capitalismo garantiza por medio del gobierno, el Estado capitalista, sus instituciones y la Iglesia.
d) Por los derechos de las lesbianas, bisexuales y contra toda discriminación por sexo, género y opción sexual. No más expulsiones de los colegios y trabajos por discriminación.
A las mujeres se nos enseña desde la infancia en la familia y en los colegios, muchas veces además con la moral conservadora de la iglesia, a seguir patrones de conducta sexual determinados y diferenciados para hombres y mujeres según los roles de género que la sociedad necesita para garantizar las desigualdades que sirven al capitalismo. Cualquier cambio de comportamiento sexual, es causa de discriminación, violencia y marginación que se manifiesta además en expulsiones en el trabajo y los colegios, en no poder vivir en parejas del mismo sexo. Por eso planteamos unidad en la acción por las demandas propias del movimiento de minorías sexuales, y la defensa de nuestros derechos como mujeres lesbianas, bisexuales, a vivir la sexualidad libremente.
e) Por la liberación de las mujeres del trabajo doméstico y las tareas relegadas por género. Por la socialización de las tareas domésticas: luchemos por poner en pie comedores colectivos y lavanderías, exijamos salas cuna y jardines infantiles para todas las madres, pagados por el Estado y la patronal. Por el derecho al trabajo estable de todas las mujeres, enfrentemos la cesantía y la miseria. Por el reparto de las horas de trabajo para que nadie se quede sin trabajar.
Las mujeres trabajadoras, de sectores populares, las niñas y las jóvenes, somos las que realizamos el trabajo doméstico en la sociedad. Luego del trabajo o como tarea primordial en nuestras vidas, se nos relega este trabajo que es social y que realizamos individualmente. Es un trabajo gratuito, que les sirve a los patrones para ahorrarse el sueldo que deberían pagar a los trabajadores si no lo hiciésemos gratuitamente y que se ahorra el Estado capitalista mediante el cuidado que las mujeres realizan a los enfermos y viejos. Este trabajo gratuito debe ser socializado para que no siga recayendo sobre las mujeres trabajadoras y pobres y para que las mujeres podamos incorporarnos al trabajo social en igualdad de condiciones. Estas transformaciones las podemos empezar a ensayar ahora, pero debemos generalizarlas como una tarea primordial en el momento en que la revolución socialista liderada por los trabajadores y trabajadoras en alianza con los oprimidos y oprimidas, los mapuche, el movimiento estudiantil y el pueblo pobre, siente las bases de la socialización de los medios de producción y con ello terminemos con la propiedad privada. Preparémonos para levantar esta perspectiva de lucha para sentar las bases de nuestra liberación.
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*"Pan y Rosas" es el nombre con el que se llama a la huelga de las trabajadoras de Lawrence (Massachusetts, EE.UU.), que en 1912, culmina con la implementación de la jornada reducida, aumento de salarios y reconocimiento de los sindicatos tras una dura lucha en que, luego de organizar guarderías para sus hijos con el apoyo del sindicato combativo IWW (Industrial Workers of the World), los niños son atacados por la policía muriendo muchos de ellos. Una pancarta de las trabajadoras, se dice, llevaba la consigna "queremos el pan pero también queremos las rosas".
Somos parte de la agrupación Pan y Rosas que comienza en Argentina, que surge al calor de los procesos de tomas de fábrica en 2001 en medio de la crisis, con la participación activa de varias mujeres trabajadoras y estudiantes en la lucha junto a las trabajadoras de Brukman en las asambleas de fábricas ocupadas con compañeras del PTS. El 2003 fruto de actividades como la asamblea por el derecho al aborto libre y gratuito realizada por trabajadoras, estudiantes asistentes al XVIII Encuentro de Mujeres en Rosario, un grupo de ellas comienza a luchar por el derecho al aborto gratuito con una campaña nacional y se plantean luchar por los derechos de las mujeres trabajadoras. Hoy la agrupación “Pan y Rosas”, reúne en Argentina a cientos de mujeres trabajadoras y estudiantes a nivel nacional. “Pan y Rosas” se extendió ya en Brasil y queremos dar inicio a una agrupación en Chile.
Tomamos el nombre de Teresa Flores para reivindicar a esta importante dirigente obrera que junto a su compañero Recabarren, a inicios del siglo XX, en el año de 1913 en Antofagasta e Iquique, en el norte de Chile, fundó centros de mujeres obreras llamados "Frente Femenino y Anticlerical Belén de Sárraga" para luchar por los derechos de las mujeres trabajadoras.
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Pongamos en pie una agrupación de mujeres trabajadoras y estudiantes para levantar estas banderas en todo lugar de trabajo, estudio y en todo el país.
Te invitamos a discutir con nosotras este programa para llevarlo adelante juntas, formar parte de nuestra agrupación “Pan y Rosas – Teresa Flores”, o colaborar y participar en nuestras actividades.
Agrupación de mujeres Pan y Rosas - Teresa Flores
Mujeres estudiantes y trabajadoras, militantes de Clase contra Clase e independientes
Escríbenos a: panyrosastf@gmail.com
"El género nos une, la clase nos divide"
Diciembre de 2008
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