miércoles, 1 de abril de 2009

La precarización puertas adentro continúa


La precarización "puertas adentro" continúa

Las reformas laborales no tocan los intereses de los patrones

El caso de las trabajadoras del hogar 
 

Las reformas de la situación de las trabajadoras asesoras del hogar, han sido el caballo de batalla de la Concertación, no por modificar sustancialmente sus condiciones laborales, sino más bien por ser leyes que modifican tal o cual punto, dejando en la realidad la decisión final en manos de los patrones que contratan a las trabajadoras, manteniéndose un mundo de normas propias en cada hogar. Se trata de situaciones mínimas las que se han reglamentado, sobre el pago de cotizaciones, el contrato legal y otros derechos, porque la situación es aberrante. Los patrones abusan hasta casi la esclavitud, por ejemplo, dando el día libre semanal de las trabajadoras en dos medias jornadas, obligándolas a trabajar más de 12 horas sin que quede asegurado ni el comienzo ni el fin de la jornada de forma fija, manteniendo contratos de palabra, no pagando años trabajados, entre otras patronales conductas.  

La derecha, siempre defensora a ultranza de los intereses patronales, sin pelos en la lengua, salió defendiendo la idea de pagar a las trabajadoras los feriados en dinero para no otorgárselos, mientras se debatía el año pasado la Ley que modifica el artículo 150 que pretende normar que se les de los días feriados a las asesoras "puertas adentro" y que hoy ya es ley. En palabras del UDI Hernán Larraín “la forma más justa es acumularlo a las vacaciones o, alternativamente, que se les compense económicamente”, opinando similar a Evelyn Matthei quien dijo que “muchas personas viven fuera del país y para ellos es mucho más importante poder estar más días con su familia que tomarse el feriado”. (La Nación, martes 23 de diciembre de 2008). 

Así mientras la derecha salió abiertamente en contra de esta ley defendiendo el abuso patronal, la Concertación posando de progresista, intentó con esta Ley mostrar una cara de cambio y transformación social, cuando estas normas no serán hechas cumplir ni fiscalizadas al interior de cada hogar y cuando la ley permite en común acuerdo entre la trabajadora y el empleador correr los días feriados y acumularlos dentro de 90 días, lo que no es otra cosa que continuar con la misma situación de abuso. ¿Porque quién fiscalizará que se otorguen los días en acuerdo con la trabajadora? Es más, ¿significa un triunfo que los días feriados sean otorgados de forma acumulada cuando el patrón es quien decide finalmente en qué fecha y bajo qué condiciones se les otorga y diariamente decide sobre la trabajadora sin ningún límite? No es otra cosa que mantener la misma precarización "puertas adentro". 

Tanto la Concertación como la derecha defienden los intereses patronales y no lo decimos nosotras, Laura Albornoz, la ministra del Sernam, dijo respecto a la  idea de concentrar los días feriados en vacaciones que “eso va a tener después a la empleadora -que también es trabajadora- complicada, porque ella también tiene sus días de vacaciones y si le suma a su trabajadora de casa particular más días no podrá compatibilizar sus propias vacaciones”. Con estas palabras defiende abiertamente los intereses de las patronas que según ella trabajan igual que ellas. En sus palabras lo recalca, planteando que “aquí hay que compatibilizar muchas veces los intereses de dos trabajadoras y muchas veces las empleadoras no son acomodadas, no tienen dos o tres nanas, sino que son mujeres que dejan a sus trabajadoras y se van a tomar el Transantiago para ir a su pega”.(La Nación, martes 23 de diciembre de 2008). 

Con esta posición el Sernam se plantea acomodar los intereses de las trabajadoras a los de sus empleadoras en los hechos, igualándonos a trabajadoras y patronas, de forma de llegar a un acuerdo social en que tengamos que respetar sus intereses por sobre los nuestros. Las mujeres trabajadoras tenemos que defender nuestros derechos sin confiar en estas mujeres de los partidos patronales que nos llaman a confiar en nuestras patronas, que tienen intereses contrapuestos a los nuestros. ¿Acaso les preocupa que de las 300 mil mujeres contratadas en chile como asesoras del hogar, haya otras 300 mil asesoras sin contrato? ¿Les preocupa acaso que el 70% de las peruanas en Chile trabajen ilegalmente de asesoras utilizadas por la patronal y las familias ricas como mano de obra barata y para bajarnos el sueldo al resto de las trabajadoras? 

Todas estas situaciones de la realidad, como la cantidad inmensa de trabajadoras sin contrato, el trabajo tremendamente precarizado, el abuso sin límites en los horarios y remuneraciones, el abuso dirigido a las inmigrantes, pone límites reales a las reformas que sólo contemplan palabras y normas que no es posible aplicar sobre estas condiciones y menos aun fiscalizar, considerando incluso que de las 5 leyes que se jacta la Concertación de haber promulgado en favor de las asesoras del hogar, la 4°, promulgada el 2008, considera igualar el sueldo de las trabajadoras contratadas al sueldo mínimo legal, recién para el año 2011. Sólo precariedad en los hechos sobre intenciones de pacto social es lo que nos ofrecen el gobierno y los partidos patronales, que aunque más progresistas o más duramente patronales, terminan imponiendo todos los intereses de nuestros patrones sobre los nuestros, avalando nuestra situación de precariedad. 

Es necesario impulsar el derecho al trabajo estable, poner fin a la subcontratación y a la división entre trabajadores de primera y de segunda, luchando por un sueldo igual a la canasta familiar de 350.000. Sólo de la mano de nuestros compañeros y compañeras trabajadoras podremos dar una solución a nuestros problemas como trabajadoras precarizadas. Es necesaria la unidad de las filas de la clase trabajadora, de la que las mujeres formamos una parte muy importante. Desde Pan y Rosas, hacemos un llamado a las mujeres trabajadoras a luchar por nuestros derechos sin confiar en la Concertación ni la derecha ni ninguna variante ni político patronal, tampoco de las que dicen que luchan por los derechos de nuestro género y que en la realidad defienden la mantención bajo tal o cual cambio parcial, de lo sustancial que es el abuso y la explotación de nosotras las mujeres trabajadoras. Las mujeres trabajadoras tenemos que luchar al interior de los organismos de la clase trabajadora, como la CUT, exigiendo que se defiendan nuestras demandas. Para dar una respuesta frente a los ataques patronales como la crisis que nos descargan encima, nos hacemos parte y llamamos a preparar el paro nacional del 16 de abril, levantando comités de huelga desde las bases para movilizarnos y que la crisis la paguen los patrones, pequeños, medianos y grandes. 

Porque el género nos une con otras mujeres, pero la clase nos divide de las patronas y las ricas.

Pan y Rosas - Teresa Flores

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